El presente libro sostiene la necesidad de diferenciación jurídico-penal del cohecho y la concusión. No existe consenso en las legislaciones iberoamericanas sobre si la conducta del servidor público que constriñe, induce o solicita una dádiva, dinero o cualquier otra utilidad, debe adecuarse normativamente como modalidad del cohecho, o si, por el contrario, debe tipificarse autónomamente como delito de concusión. En esta obra se realizan los análisis normativo y dogmático de estas conductas.
En la práctica los operadores judiciales con frecuencia califican como cohecho conductas que objetiva y subjetivamente deben tipificarse como concusión, y condenan equivocadamente por cohecho activo conductas en las que el particular, o incluso otros servidores públicos, obran coaccionados, siendo víctimas de concusión y no sujetos activos de cohecho activo.